Hoy la protagonista del blog es Raquel.
Raquel es una chica con diversidad funcional que siente gran pasión y amor por los animales y las personas mayores. Una vez acabados sus estudios, su tutora le propuso hacer las prácticas con nosotras. Así que nos estuvo acompañando a sesiones de Intervención Asistida con Animales en centros para personas de la tercera edad.
Fue una experiencia única, tanto para ella como para nosotras. Pero no vamos a contar más… el resto nos lo explica ella desde sus vivencias:
“Me llamo Raquel tengo 25 años y tengo una discapacidad intelectual.
Empecé en el colegio en parvulario y seguí, pero hasta primaria me costaba mucho la relación con los compañeros y seguir el ritmo de la clase. A parte los compañeros me insultaban, se metían conmigo, me dejaban fuera del grupo.
Sufrí un poco de bullying hasta que llegué a primaria. Primaria no la llegué a empezar porque mis padres y yo tomamos la decisión de hasta aquí hemos llegado y me salí de ese colegio y pasé a formar parte de colegios adaptados con personas con discapacidad. En esos colegios había personas con dificultades mayores que la mía, pero me sentía tranquila, los compañeros no me insultaban ni se metían conmigo. Había respeto y las clases las entendía muy bien.
En aquellos momentos de mi vida yo no sabía cómo afrontar mi discapacidad, era muy aprensiva y lo pasaba fatal. Afrontaba la vida de una forma muy negativa, no sabía asumirla ni gestionarla de manera positiva sin sufrir.
Entonces me puse en manos de psicólogos para que me enseñaran a ver la vida de manera positiva y aprender a vivir con mi discapacidad.
Gracias al seguimiento psicológico y a mi familia lo he aceptado tengo una discapacidad. Pero si me paro a pensar: discapacidad la tenemos cada uno de nosotros, porque a todos en algún momento de nuestra vida nos cuesta hacer algo, entonces no lo veo como una enfermedad, simplemente es que para aprender necesito mi tiempo e ir más lenta. Eso para mí no es un problema ni ninguna enfermedad, es una dificultad que como personas todos y todas tenemos.
Y ahora desde el 2017 estoy en una Asociación para personas con inteligencia límite que se llama ACIDH. Aquí estamos separados por grupos según el grado de dificultad. La verdad que me siento en mi entorno, nunca me había sentido tan acogida y tan bien como me siento. Aquí he hecho formación de ayudante de cocina, he hecho voluntariado contra el cáncer de mama, etc. y bueno, actualmente lo último que hice es un curso de atención al cliente aquí en ACIDH. Sé que una vez finalizado el curso lo lógico sería hacer las prácticas que tengan que ver con lo que he estudiado, pero como me gustan mucho los animales domésticos, el hacer compañía a personas mayores, etc. pues por ese motivo me buscaron las prácticas en esta Asociación CENIAC. Así podría estar con animales a la misma vez que con las personas mayores.
Empecé las prácticas con AROA. Tengo que decir que desde el primer día estoy aprendiendo mucho, es muy buena técnica. Aprendo mucho. Ellos de mí y yo de ellos. Tanto de los animales como de las personas mayores., es una experiencia muy bonita.
Los animales con los que he hecho las prácticas han sido perros como: Sock, Milo, Coco y Sugus. Para empezar, he de deciros que no es fácil el educarlos porque cada perro es un mundo, pero no es imposible. Esta oportunidad me ha enseñado a aprender a ir controlando mis impulsos y empatizar con cada uno de ellos.
Es comprensible que con estas palabras escritas empatices y sientas el amor que te demuestran. pero os puedo asegurar que son los animales más fieles y más buenos que vais a encontrar.
Esto es puro amor verdadero y una experiencia inolvidable, pero para sentirlo hay que vivirlo.
En la siguiente entrada al blog, Raquel nos explica los beneficios de las Intervenciones Asistidas con Animales a través de lo que ella vivió y sintió en las sesiones....
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